MISA DE CORPUS CHRISTI SABADO 5 DE JUNIO HS. 17 POLIDEPORTIVO COLEGIO SANTA TERESITA AL FINALIZAR LA EUCARISTIA PROCESION HASTA IGLESIA CATEDRAL.
El día del Corpus Christi, también llamado popularmente Día del Señor, es una de esas fechas que brilla con luz especial en el calendario litúrgico. Para los católicos la Eucaristía, el Cuerpo de Cristo, es el C
ENTRO y la CIMA de toda nuestra realidad teológica, espiritual y pastoral. No hay nada más importante en la Iglesia. La Eucaristía hace a la Iglesia y la Iglesia hace a la Eucaristía. El Señor quiso hacer el gran milagro de su permanencia real y constante entre nosotros. Y lo celebramos todos los días, y algunos días de un modo extraordinario. Concretamente en este Fiesta sacamos la Eucaristía a las calles de nuestros pueblos y ciudades y le hacemos un homenaje público. Muchos no lo comprenderán por la falta de fe, otros tal vez lo vean con extrañeza por ignorancia, pero el creyente sabe que allí está Dios y siente orgullo de decirlo y homenajearlo públicamente. Todo es de Dios, y también la calle. Y es una ocasión única para que nuestra fe se manifieste agradecida.
Es un día también para pensar en la Santa Misa, en la celebración de la Eucaristía, que hoy muchos descuidan. Diremos con palabras de Juan Pablo II: Para todo fiel católico, la participación de la Santa Misa dominical es, al mismo tiempo, un deber y un privilegio; una dulce obligación de corresponder al amor de Dios por nosotros, para dar después testimonio de ese amor en nuestra vida diaria” (7 de mayo de 1988). Que la Eucaristía sea nuestro amor mas grande.
El día del Corpus Christi, también llamado popularmente Día del Señor, es una de esas fechas que brilla con luz especial en el calendario litúrgico. Para los católicos la Eucaristía, el Cuerpo de Cristo, es el C
ENTRO y la CIMA de toda nuestra realidad teológica, espiritual y pastoral. No hay nada más importante en la Iglesia. La Eucaristía hace a la Iglesia y la Iglesia hace a la Eucaristía. El Señor quiso hacer el gran milagro de su permanencia real y constante entre nosotros. Y lo celebramos todos los días, y algunos días de un modo extraordinario. Concretamente en este Fiesta sacamos la Eucaristía a las calles de nuestros pueblos y ciudades y le hacemos un homenaje público. Muchos no lo comprenderán por la falta de fe, otros tal vez lo vean con extrañeza por ignorancia, pero el creyente sabe que allí está Dios y siente orgullo de decirlo y homenajearlo públicamente. Todo es de Dios, y también la calle. Y es una ocasión única para que nuestra fe se manifieste agradecida.Es un día también para pensar en la Santa Misa, en la celebración de la Eucaristía, que hoy muchos descuidan. Diremos con palabras de Juan Pablo II: Para todo fiel católico, la participación de la Santa Misa dominical es, al mismo tiempo, un deber y un privilegio; una dulce obligación de corresponder al amor de Dios por nosotros, para dar después testimonio de ese amor en nuestra vida diaria” (7 de mayo de 1988). Que la Eucaristía sea nuestro amor mas grande.
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