PALESTRA SANTA TERESITA

PALESTRA SANTA TERESITA
Comunidad de Jovenes Santa Teresita

viernes, 25 de junio de 2010

¡¡¡SI A LA FAMILIA!!!!

Siete argumentos para decir no al matrimonio homosexual

Partiendo del respeto a la diversidad, aquí se exponen argumentos que permiten diferenciar y aclarar conceptos respecto de la homosexualidad y el matrimonio.

1. El casamiento homosexual es un experimento social inédito

En toda la historia de la humanidad, ninguna civilización ha practicado jamás el matrimonio homosexual. Algunas sociedades permitían la homosexualidad y hasta la fomentaban, como los griegos antiguos, sin embargo entendían claramente el matrimonio como la unión estable entre un hombre y una mujer abiertos a tener hijos. Una cosa eran las prácticas sexuales de los ciudadanos y otra muy distinta la familia y la generación/educación de hijos.

En 200 países del mundo, menos de 10 aprobaron el matrimonio homosexual, en su mayoría son países con poblaciones envejecidas y sin niños. Sin embargo numerosos países ya estudiaron el tema y se expresaron en contra del matrimonio homosexual, hay otros países que con prudencia llevan estudiando el tema por años y aún no se proclaman.

2. Sólo un hombre con una mujer generan niños y los crían de forma idónea

El matrimonio de una mujer y un hombre es reconocido por la ley por una razón: porque su relación es la única capaz de generar nuevos miembros de la especie humana y porque su relación interpersonal es la idónea para criarlos, protegerlos y educarlos. Este servicio es tan importante y benéfico para la sociedad que merece protección legal. En cambio las uniones homosexuales no contribuyen al bien social, sino al bien personal.

3. Se puede argumentar discriminación o igualdad para todos?

Igualdad no se puede pedir, porque la unión homosexual no es lo mismo que el matrimonio. Lo que sí se puede y se debe pedir es reconocimiento y aceptación. En este sentido la Iglesia y la sociedad puede y debe aceptar con caridad todas las situaciones de vida. Pero esto no supone que se otorguen nuevos derechos legales. P/ej. Dos ancianas que viven juntas, ó dos amigos comparten el departamento desde años... tienen una relación con afectividad, compromiso y convivencia, igual que puedan tener dos homosexuales. Sin embargo, no pueden pedir las ventajas legales como las que pide el matrimonio. No hay discriminación con ninguno: la ley es igual para todos.

4. Legalizar el matrimonio nos afecta a todos, también a tus hijos.

No se puede decir: “es un tema de ellos, si se quieren... que se casen”, Las leyes están pensadas para regular las relaciones de toda la sociedad y no de un grupo minoritario. La ley presupone el bien común y no el bien individual o grupal. Además las leyes no regulan las relaciones de “amor” o de “afecto”; si ese fuera el caso, deberían estar reguladas las relaciones de amistad. En el caso del matrimonio la ley pretende el bien y la protección del menor y la sociedad toda.

5. Debilita la institución del matrimonio y la familia

Los mismos líderes homosexuales declaran que no creen en la institución de matrimonio. Para ellos la convivencia debe tener un estilo libre y sin prejuicios. La realidad demuestra que son muy pocos, lo homosexuales que realmente se quieren casar, y los que lo hacen, en su inmensa mayoría, se separan al poco tiempo; haciendo uso de sus libertades tan proclamadas. Al aprobar el matrimonio homosexual se da el mensaje a la sociedad de que en realidad casarse no significa un compromiso, sino una opción libre y temporal, al igual que el divorcio. Como consecuencia la gente no se casa y su compromiso de pareja se debilita. Nos convertimos en una sociedad menos comprometida y mas individualista.

6. Conlleva la reforma educativa

Si el matrimonio homosexual es legal, se enseñará en las escuelas. Los libros de texto de los niños explicarán las normas y el estilo de vida homosexual, también que los niños deben experimentar con su sexualidad para descubrir qué sexo les atrae más y que las personas que se oponen a la homosexualidad (como los papás de los niños cristianos) son intolerantes.

7. Implica un retroceso en como sociedad.

Ya existen grupos de iglesias orientales que buscan promover la legalización de la poligamia. Nadie puede prever hasta donde llegaran los avances de las minorías, levantando la bandera de la discriminación pero pasando por encima instituciones nobles como la familia y la escuela. El activismo homosexual no quiere formar “familias como las demás”. Más bien, quiere llegar a que todas las familias sean como las suyas, para lo cual el objetivo es desmontar conceptos supuestamente arcaicos como fidelidad, compromiso, fecundidad, paternidad/maternidad.

Hay pues muchas razones perfectamente prácticas para que una sociedad responsable diga "no" al matrimonio entre homosexuales desde el respeto a estas personas.

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